jueves, 26 de noviembre de 2009

Domingo.

El domingo se me hizo tarde.
Las horas de misa de las Iglesias habituales no me iban bien.
Así que tuve que cambiar de barrio.

Me sorprendo que en la misa de este templo haya una desproporción de jóvenes tan clara.
No es nada habitual ver esto, siempre me voy con la triste sensación de una Iglesia Católica envejecida.
Sin embargo, aquí por cada adulto mayor de edad, hay 4 o 5 chavales de 14 a 20 años. No niños: Jóvenes.

Y es en la calma de un domingo sin agenda, sin la inminencia de nada ni la prisa de llegar a ningún sitio, cuando encuentro, por fin, el momento de deslizarme por la reflexión cubriéndome al abrigo de mis pensamientos para procurarle algo de calor al alma.

Seguro que algunos afortunados encontráis como hacerlo a menudo, pero yo no.
Seguramente un momento normal de hacerlo habría sido el miércoles pasado, al fin y al cabo, yo cumplía años, y qué mejores momentos hay para hacer balance que los fines de ciclo.
Pero lo que digo, como buen miércoles que era no me dejó muy tranquilo. Había mucho que hacer.
Así que no es hasta este momento cuando por fin tengo tiempo de mirarme al espejo.

Y pienso algunas cosas.
Entre otras, caigo en la cuenta, de que no iba a misa a esta Iglesia desde el Funeral de Mariano. Siento el resquemor lejano de un dolor que siempre estará solo casi curado.
Es triste.

En el banco que hay justo delante mía hay unos chavales de unos 18 años.
No están, muy atentos a la celebración de la misa. Rebosan buen humor y despreocupación, mientras uno de ellos tontea con su vecina de banco, hay otro que se esfuerza en provocar la risa de los demás interpretando disimulados bailecitos con cada canción de misa.

Me hace gracia. Yo siempre he encontrado muy bailables las canciones de misa. He recibido en tiempos algún pellizco para detener mi balanceo al son de "Señor, me has mirado a los ojos...."
O una patadita para detener mis saltitos a ritmo de "Osana en el Cielo".

Me hace gracia. Uno de ellos es como mi amigo Alberto, pero sin entradas. Hay otro que es idéntico al hermano de Cristina, pero hace 15 años claro.
La chica se parece a otra de mis amigas.

Se diría que son iguales a nosotros hace 15 o 20 años. Seguro que no sospechan que serán como nosotros. Parecidos.

En ese momento se solapa en mi ánimo el dolor de haber despedido allí mismo a un gran amigo, y la evidencia de que hay otros Marianos, otros Jesus, detrás nuestra, en los primeros capítulos de otras ediciones del mismo libro.

Después de contrastar en el mismo lugar, la muerte y la vida, solo me viene a la cabeza, un tópico. Una frase algo manida. La vida se abre camino.

ENTRENAMIENTOS. Estoy entrenando bastante bien y sin usar los fines de semana (no puedo). A base de madrugones sobre todo. Después de un mes, me encuentro bastante bien, y estoy empezando ya a salir a correr, mas a menudo. Quizás caiga una Media Maraton en Enero.
Sin prisas.

Fotografía:Ignacio Fernandez

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Hoy cumplo.

No es un propósito de eficacia en el desempeño de mis obligaciones en general.Tampoco de ninguna obligación en particular.
Solo que cumplo años.


En consecuencia, mi día promete ser agradable porque tendré la oportunidad y la suerte de hablar y escribirme con mucho amigos, y pasar un buen rato con parte de la gente que quiero.
Incluso pueden llegarme regalitos inesperados. No espero ninguno, así que todos serán inesperados y agradecidos.
Bueno si espero uno. El que voy a hacerme, yo mismo. Y a pesar de no pillarme de sorpresa, confieso que me ilusiona mucho.
Qué será, qué será......

martes, 10 de noviembre de 2009

Haciendo cuentas.

Es posible que pronto me regale algo. Ya os contaré, y haré la pertinente presentación en sociedad.

A ver si el presupuesto no se me va, en tanto impuesto, y tanta multa.
Últimamente la Administración Pública, no perdona una, y merma mis disponibilidades financieras, en calculados mordiscos a mi bolsillo un día si, y el otro también.

Es como para cabrearse y ponerse de huelga, pero creo que en mi caso, no iba a tener mucha repercusión.
Quizás mi protesta, no iba a ser tan valorada y considerada como la de los profesionales del "Fúrgol".

Curiosa la polémica de la semana pasada con el tema.
No se.
Yo estoy de acuerdo con los futbolistas. En realidad si pudieran bajarles a ellos un poco los impuestos, sería estupendo.
A ellos y a los demás claro. Así tendría mas dinero, me podría regalar mas cositas, y le daba un empujoncito a la tienda de bicis de aquí al lado.
Pero bueno que no me quejo.
Porque si con lo que pago, puedo conseguir que mi acera la cambien regularmente, y que el carril bici, llegue a Marruecos, pues yo encantado.

El otro día pagando algo (como digo últimamente no se hace otra cosa), me encontré en unas oficinas de la Administración Local, estos carteles.

Le hice la foto porque me hace gracia,la amenaza implícita que sugiere la combinación de ambos carteles.

(por si no se lee bien, en el de la izquierda pone Inspectores de Tributos).



Hablando de Triatlón, estos días voy retomando la rutina triatlética después de un mes entero parado.

Entrenamiento diario, sin objetivos, sin agobios, al tran tran.
A recuperar el tono.
De momento sobre todo bici y natación, con poca carrera. Cuando las piernas estén fuertes empezaré a meterle kilómetros a pie.

Sorpresas de pretemporada. En el mes de parón, me he quedado escuchimizado, y eso que comía a todas horas y de todo.
Cuando pensaba ya que me pasaba algo raro, he empezado a entrenar, y en tres semanas, he vuelto al peso del año pasado.

Otra sorpresa: En la piscina las sensaciones son de ir muy bien. Nado rápido.
Puede tener que ver que estoy haciendo, por primera vez en mi vida, unas poquitas de pesas, como mandan los entrenos que veo publicados por ahí.
Finalmente me he convencido de que el fortalecimiento, no es solo cosa de culturistas, sino que ayuda también a prevenir lesiones.