miércoles, 24 de agosto de 2011



Lo último, pero no lo menos importante.

Ya estoy de vuelta de vacaciones, hace ya casi 10 días que estoy de nuevo trabajando.
Entre las dos semanas de vacaciones y estas dos últimas he desarrollado el entrenamiento mas intenso de cara al ICAN Mallorca (ironman).
He tenido con ello oportunidad de comprobar por mi mismo algo que estaba harto de leer por ahí, pero que hasta que uno no lo ve con sus ojos y lo toca con su mano, no acaba de convencerse del todo.

Todos lo hemos leído:
- La mayor parte de los atletas necesitan de 7 a10 horas de sueño por día.
- Es durante el descanso cuando el cuerpo se adapta al stress del entrenamiento y se hace mas fuerte. Sin descanso no hay mejora.
- La recuperación se obtiene con horas de sueño, momento durante el cual el cuerpo repara el daño del entrenamiento y se fortalece cada vez más. Al dormir se libera la hormona del crecimiento, necesaria para la regeneración física.


Pues bien, hasta ahora mis días de vacaciones habían sido tradicionalmente una suerte de cambiar un estrés laboral por otro estrés lúdico.
El estrés lúdico consiste en querer, ir de cenitas con los amigos, estar en la playa, salir por la noche de copas, pateos turísticos a tope y además de todo: Entrenar y competir.

Por primera vez en lo menos 20 años he tenido unas vacaciones de descanso. Unos diez días de solamente estar con la familia, descansar, e irme a dormir en horario infantil (mi sobrino me daba la pauta). Y entrenar.

Durante esos 10 días he dormido casi 9 horas de media al día cuando durante el año promedio unas 6 horas.

El resultado de este cambio de costumbres ha sido espectacular. A pesar de realizar la sesiones mas duras del año, me despertaba al día siguiente como si no hubiera hecho nada de nada.
Ni la mas mínima sensación de carga, a pesar de sesiones larguísimas o intensas, de bici y carrera.

Ha sido estupendo experimentar por unos días la vida de un Pro dedicado integramente al Triatlón. Concentrado basicamente en comer, descansar y entrenar.

Ha sido mi propio Training Camp (la foto ilustra el lugar de entrenamiento y la hora de irse a dormir).

Ya de vuelta, de nuevo dificultades y peleas con la agenda y el día a día para dormir mas de 6 h.
De nuevo los entrenamientos vuelven a pesar. Vuelvo a cansarme.
Pero no me olvido de la lección. Ya que hay que volver a luchar para "rascarle" horas al día, hay que recordar que dormir es lo último, pero no lo menos importante.

Como consuelo, esta es la última semana realmente dura que tengo de entrenos.
Mirando atrás, son bastantes semanas sumando mas diez horas.