viernes, 27 de enero de 2012



II Duatlón de Sevilla.


Aunque el nombre sugiera que solo lleva dos ediciones, en realidad, se lleva haciendo muchos años el duatlon en Sevilla. Yo ya lo hice en el 2007.
Batallitas a parte, lo que si que tiene esta edición del refundado duatlón, es una participación masiva.
Creo que mas de 500 duatletas entre todas las categorías, y un recorrido muy bonito, similar al del triatlón de Sevilla.

Camaleones: ¡Izquierda! izquierda derecha izquierda..
Está bien eso de competir en tu casa. Despertarte sin demasiado madrugón en tu cama, desayunar tu comida y tu café, y salir hacia los boxes tranquilamente es una suerte.
Tan fácil todo que llego de los primeros a a zona. Muy abrigado, la espera no se me hace demasiado larga.
Preparo todo, me paseo un poco por los largísimos boxes. Me saludo con  los conocidos.
Oigo como le dicen a Maria Pujol,:

-Mira que referencia mas fácil. Nuestra bici al lado del árbol sin hojas.

Y yo que estoy cerca, tomo nota. "Atento Jesús al árbol sin hojas".

Puntualmente se da la salida, y de entrada tengo que renunciar a mi ritmo crucero de larga distancia, que es lo que me gusta, porque me quedo muy atrás.
Aquí el que no corre el km por debajo de 4 min queda muy en evidencia. Pandilla de obsesos hiperentrenados.
Hasta parece que fuera rápido
Total, que subo revoluciones y corro los 5 km primeros en unos 19 algo. Que para mi es mucho correr.

Llego a los boxes ahogaito, y mirando desorientado a los árboles del parque. De espaldas a las bicicletas buscando al arbolito.
Espero que nadie haya sacado una foto de mi cara de estupor, cuando tras hacer media docena de veces el gesto de mirar a los árboles y a las bicis alternativamente, ahí plantado como uno mas del parque, caigo en la cuenta de que cada tres árboles con hojas de la alameda, hay otro sin alopécico.
Como el peor de los globeros empiezo a buscar mi bici en los boxes en zig zag, tropezando con la gente... Eché un rato allí. Mas el tiempo que perdí poniéndome los guantes de la bici.

Salgo para la bici. Monto, y doy pedales a toda. Aunque tengo mucha sed, se que tengo que aguantarme, hasta que me asiente un poco, y baje el pulso, y quizás con suerte, pueda ponerme detrás de una buena rueda.

Esto de las pruebas sprint tiene que ser malísimo. Mi pulso no ha bajado del 90% desde que empecé.

Primera transición y ya llevo esa cara
El circuito de bici, que recorre la Isla de la Cartuja, y bordea ambas orillas del Guadalquivir, es muy bonito, pero yo no veo mas allá de las ruedas que persigo, ahora cazo, y ahora pierdo.
Pierdo un grupo muy bueno, pero para el que hacen falta mas piernas.
Uno de sus integrantes, con equipación de Movistar, sería compañero intermitente durante toda la bici.
A veces tiraba yo delante, a veces él. Lo dejaba atras y me cazaba de nuevo.
Pero en general no puedo decir que pudiera aprovechar ningún buen grupo.

Cuando quedan ya pocos kms, al doblar una rotonda veo que me va a coger un grupo numeroso, con dos o mas compañeros camaleones, pero después de tantos kms de esfuerzo, no me apetece renunciar a la ventaja, y en compañía del Sr Movistar, me voy a cazar a un Veterano/Cohete, que me ha pasado el solito, dando pedales cerca de los 40 Km/h. ¿Y este? ¿De donde ha salido?
Me custa la misma vida cogerle, en un momento que tiene de relax, en el tramo que pasa junto al río. Me la juego un poco en un par de curvas, aprieto, y ya está. Tengo su rueda. Ahora a aguantar. Y aguanto 300m.
Es lo que tardó este individuo, en girar su cabeza lentamente, como la niña del exorcista,y comprobar mirando de reojo hacia atrás que tenía un chupóptero globero a rueda.
Esa mirada fría, gélida, anticipó el siniestro sonido, clac-clac, de su cambio, y momentos después el tío volaba otra vez rozando los 40 Km/h.
¡Asocial! ¡Antipático! ¡Ea! vete tu solo.
Este tío o hizo el primer segmento andando o se le despistó su bici como a mi. Si no a ver como se explica que no haya ganado la prueba.

Llego a la T2 haciendo esta vez una transición rápida. Ya correr.
Me las apaño para llevar un ritmo que ni me sirve para adelantar, pero evita que me adelanten, y ya está.
Mejores sensaciones de lo que esperaba, y divertido.

Un placer compartirlo con la gente del club, y comprobar que cada vez hay mas gente que conozco que se ha metido en el mundillo este.





miércoles, 18 de enero de 2012


XXX Cross de Itálica


No. No me he ido. Y aunque he dejado de escribir este tiempo no ha sido por falta de ganas, sino mas bien de tiempo.

Pero aquí sigo. Sin entrenar todo lo que quisiera pero sin dejar de hacerlo.
Ahora dedicado a unas cosas, ahora a otras. Un poco a todo, no demasiado a nada.
Y aun en estas condiciones, quizás el cross mas popular.

En ese estado psicológico mío, que un amigo hace poco bautizó con nombre de psicopatía: Soy Tripolar.
Y ni sigo tratamiento ni tengo interés en curarme de eso.

No me queda otra que ser breve, por aquello de lo que me acabo de quejar de la falta de tiempo.

Llevo un invierno de catarros leves pero frecuentes. El último que aun arrastro no me ha impedido colgarme el dorsal para correr en Itálica.
De camino ya el pulsómetro advertía, 20 ppm mas de lo normal: ¡Estás malito aun!.

Además mucho frío y lluvia. Pero nada.
Yo ni caso. Me colgué el dorsal, y disfruté por segundo año consecutivo del Cross de Itálica.
Tripolar- No sigue tratamiento.
Como no estaba la cosa para correr mucho, me coloqué muy atrás, y por ello tuve que hacer los primeros 3000 m a ritmo de manifestación. Casi 6 min/km. Mucha gente, mucho barro, y mucho cuidado de no resbalar, y acabar comiendo barro.

Luego la segunda vuelta corriendo con alegría por debajo de 5 min.

Mucha gente que como yo, no se iban a perder esto, por un poco de frío, mucha agua, y barro.
Llegué al coche con material para fabricar 200 ceniceros y 10 botijos, y la excusa perfecta para lavar al fin mis zapatillas.

Volveré por aquí espero que esta vez si, en breve, para seguir contando.