martes, 16 de abril de 2013

II Trisur Sevilla Media distancia.



Igual, pero distinto.

Es la conclusión. Si miro a la clasificación, o al cronómetro, parece que he llegado al resultado de siempre con unos discretísimos tiempos, y una discretísima clasificación.



Mi entrenamiento para esta prueba, era creía yo bastante bueno. No iba desentrenado como al ICAN de Marbella el año pasado. Tampoco iba tan bien entrenado como al Trisur de Octubre. Y sin embargo el resultado en las 3 ha sido semejante.

Ahora bien, si se miran los detalles, he llegado por un camino distinto.

Es del único modo que puedo explicar estar satisfecho, con un resultado tan tan discreto. Por no decir pobre.

El matiz es el sufrimiento y las consecuencias finales han sido por fin las que quiero.
Por eso mi satisfacción a pesar de haber hecho la natación mas mala de los últimos años, y una bici también bastante mala.

Nadé buscando hacerlo lo mas solo posible, prácticamente por el centro de la dársena, haciendo mas metros que los demás, pero nadando solo, y solo peleándome en los atascos del giro de vuelta y Meta.
Hice una transición terriblemente lenta, por mi dificultad para deshacerme del neopreno. Además el chip se enganchó y no me dejaba liberar la pierna izquierda.

En la bici, la ida muy tranquilo, a mi ritmo y disffrutando. Muy atento a comer y beber, llego al avituallamiento anunciado de Las Pajanosas, y no veo a nadie (dicen que había voluntarios con bidones, pero no los vi, ni yo ni muchos otros). 
Sigo con el bidón vacío, deseando encontrar el avituallamiento, en cada curva. Nada. Tengo sed. Empiezo a cabrearme. No voy a dejar, que nadie juegue con mi salud. 
Lo tengo muy claro, si la organización no cumple, yo no tengo porqué respetar los puntos de avituallamiento ( mas si no existen).
Foto: Robmamely
Me paro en la Venta El Alto, junto a unos Jueces, y les digo, que necesito agua. No puedo ir así. Así que cargo el bidón en el Bar, y sigo para cuesta de las Baterías.
Tres tragos de agua, y recupero el buen rollo. Subo la cuesta de Las Baterías, muy bien, me siento a gusto en la bici. Luego la Media Fanega. También a buen ritmo.

Toca regreso, teóricamente todo cuesta abajo dirección Sevilla, pero por un camino que no conozco. Al final resulta ser un circuito muy bonito, pero un poco desmoralizante, ya que durante unos 20 kms es, un sube-baja, de bajar dos escalones y subir uno. 
Y después de eso 20 últimos kms de llano, con fuerte viento en contra, de acoplarse y sufrir.
Ahí tuve un pequeño bajón, y es que he llegado muy justo de kms de bici, pero en general llego a la transición, contento por haber comido y bebido correctamente.

Me siento fuerte para correr, pero soy muy prudente. Empiezo tranquilo, con idea de ir subiendo.
El calor es fortísimo, mucho mas de lo que esperaba todo el mundo. Se preveían 22º, y llegamos a los 32º. Un día genial para olvidarme de la gorra.
Bebo bien en el primer avituallamiento, pero cuando llego al segundo y no queda agua, estallo, con un cabreo enorme, que reprimo en seguida, porque las pobres voluntarias, se creían que iba con ellas. Y todo lo contrario. Se desvivieron por atender a los triatletas.

Otra vez camino de la deshidratación. Decido que voy a correr solo hasta el km 5. Si allí no hay agua, andaré hasta la meta. Pero había agua. Bebí, y me atreví con un poco de gel. Y volví a correr.
Hasta el km 10 A buen ritmo. Me encuentro con muchos compañeros camaleones por el camino. Saludo. Estoy contento. Mi entrenador,  me acompaña un momento corriendo, me pregunta y me anima. Dice que voy con muy buen ritmo.

Acabo la primera vuelta, y corro casi 300 m extra, porque no había nadie para indicar el punto de giro, y yo iba derechito a Meta. Nada, pues Marcha atrás.

Segunda vuelta, sigo bebiendo, todo lo que puedo. El calor es insoportable. Tengo la cabeza como una parrilla. Y me dejé la gorra.
Aun así me mantengo de buen humor, y estoy disfrutando. Quizás llegue corriendo hasta el final. 

Pero no. En el km 14 se me acaba la pila. He bebido muy poco con un calor enorme.
Empiezo a sentir náuseas, y hasta mareo. Hasta aquí hemos llegado. Que pena. Tan cerca. Solo quedan 5 kms.
Pero tengo que hacerlos andando/corriendo. Tengo y QUIERO. Lo tengo clarísimo, no voy a pasar los límites esta vez. No me merece la pena. No quiero volver a estar lo malísimo que estuve en el Trisur de octubre.

Así que solo cuando se pasan un poco las naúseas a los 20 minutos de andar, me permito poner un trote mínimo, casi arrastrando los pies, para entrar así en Meta.

Algo trastornado, pero disfrutando y fisicamente muy bien. En solo un rato estoy recuperado, bebiendo y comiendo (de lo que me traje de mi casa, claro).

Y ya van 9 Media distancia, que es como se llama ahora al Medio Ironman. Por cierto, entrada 226 de este Blog. Yo creo que es una señal ;)


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