lunes, 22 de septiembre de 2014

Qué nos espera.



A veces me hacen esa pregunta respecto del Titán. Por lo general atletas mejor preparados que yo.
Mas fuertes. Y lo hacen porque yo ya le conozco. Me he enfrentado a él ya tres veces, esta será la cuarta, y eso es ya una pequeña ayuda a mi favor.


El Titán es un Gigante, o así lo intuyo por lo enorme de su poder, de su fuerza para doblegar voluntades.
Este año el Titán ha crecido para su décima edición. Se ha hecho aun mas grande y poderoso. Ha aumentado sus distancias que serán 4 km de natación, 120 km de bici y 30 de carrera.

Es un Gigante invisible, o de camuflaje perfecto, que unos sitúan en un lugar, y otros en otro.
Para algunos se oculta confundido con la enorme montaña, en cuya cara se dibuja la cicatriz de la carretera que lleva al Puerto de Las Palomas.
Para otros está escondido en la silenciosa profundidad del embalse. Y para otros espera invisible en la plaza de Zahara, en el lugar de la ansiada Meta.

El Titán va a recibir a alrededor de 300 triatletas, con tres preguntas.
A cada uno de ellos, les va a preguntar:
- Quien eres.
- Qué quieres.
- Qué crees que mereces. (Yo he acabado entendiendo que esta última pregunta se refiere al trabajo, al entrenamiento realizado para afrontar el reto).


El Titán hace esta preguntas a todos los triatletas, cuando se introducen en el agua del embalse con sus neoprenos, en el preciso instante en el que comparten el reflejo sobre la superficie del ojo del Titán, con la Montaña y el pueblo de Zahara.
Ahí el gigante dirige su mirada por primera vez al triatleta, y lo evalúa por primera vez. Le hace esas preguntas, y escucha las respuestas. Pero no habla. Nunca responde.

El triatlón Titán es un viaje, y yo creo que es así como hay que entenderlo y asumirlo. Es una jornada, en la que se va a recorrer un durísimo trayecto en el que vas a tener que pelear todos y cada uno de los kilómetros. Pelearlos y disfrutarlos. Es un viaje, yo no logro verlo como una carrera. No hay reloj, ni contrincantes. Hay kilómetros y compañeros de viaje.

El invisible Gigante va a hacer sus tres preguntas muchas veces durante las horas que dura el Titán. Lo hará machaconamente, buscando la debilidad, la duda. Quebrantar la voluntad.
Nunca responderá, solo escucha. Y por respuesta siempre saca de entre sus manos un nuevo kilómetro, casi siempre mas duro que el anterior. Hasta que se pierde la cuenta.

Un lugar donde siempre pregunta, y yo personalmente pienso que se puede ocultar, es las rampas de esos casi 4 kilómetros de "Las Palomitas".
Ahí después de haber exprimido a todos los triatletas su jugo en la subida del El Boyar, en forma de sudor, y ya reducidos a pulpa y al borde de la deshidratación, nos suele preguntar de nuevo.
Y escucha divertido las respuestas, que antes, al principio, eran mas largas y heterogéneas, y ahora son mucho mas parecidas, y breves.
Básicamente la mayoría responderemos que queremos llegar a la Meta. Solo eso. Llegar en el tiempo y posición que sea, y poner fin cuanto antes al sufrimiento. Eso, y que esperamos merecerlo.

Cuando los titanes ponen pie en tierra, y echan a correr, ya no hay ninguno que no tenga un gran respeto, que no sienta humildad ante el desafío. Y tratarán de mantenerse inquebrantables a las preguntas en su cabeza, a la duda, a los kilómetros, a las cuestas.....

Y así muchos acabarán por llegar  a los pies del pueblo de Zahara, y les parecerá oír al Gigante decirles: "Aquí está. Esto es lo que has venido a buscar. ¡Ven! Sube aquí a buscarlo".

Y ya solo quedará subir esos durísimos 2 kms finales. Y ya el Titán no te vuelve a hablar. Y cuando acabas de subir, termina el silencio. Tu familia, amigos, la gente del Titán, y los compañeros del viaje que ya han llegado, celebran tu llegada. Te inunda la alegría y la emoción.
Y encuentras respuesta silenciosa a las preguntas silenciosas.Y le pones fin.
 Y el Titán te enseña las manos abiertas, con las palmas desnudas, que no ofrecen ya ni un solo kilómetro mas.




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martes, 9 de septiembre de 2014

Conociendo el X Titán Sierra de Cádiz (Natación y Bici).

Conociéndolo pero por partes.

I Travesía Amore.

Primero he podido saber de primera mano que va a suponer nadar en el embalse de Zahara - El Gastor, 4km.

Día precioso. Se da la salida a los 4 km
La coincidencia de la distancia y el lugar de la I Travesía Amore y el Titán se hace extensible a sus promotores ( Proyeto Amore.)
A muchos triatletas nos sirvió para conocer a apenas un mes de la prueba, como iba a ser eso de nadar 4 km, en lugar de los habituales 2 km del Titán. A parte de tener  otra excusa, siempre bienvenida, para visitar la zona.

Yo me apunté habiendo nadado poquito, apenas un día  por semana, durante el mes de agosto, así que no sabía como me iría.

La prueba, no permitía el uso de neopreno, lo cual para mi es una alegría la verdad.

Un circuito a una vuelta, en el sentido de las agujas del reloj, y pasando 4 boyas por fuera.
¿A que son fáciles las reglas?
Entrando entre las dos Boyas

Pues no deben serlo tanto, que vi a decenas de nadadores, recortar las primeras boyas, pasándolas por dentro,
Y la última boya directamente se la saltaron todos los que yo llevaba delante. ¡Todos!

Yo no se que satisfacción encuentra la gente en hacer el recorrido incompleto para salir unos minutos antes del agua y ganar una decena de puestos en la clasificación.


Pero bueno, yo a lo mio.
Empecé nadando a ritmo alegre, pero sostenible, y disfrutando mucho de cada brazada. Guardando, porque no sabía como me iría con tanta distancia.
Al doblar la tercera boya, tocaba volver hacia la última boya cerca de la salida.
El dedo dice OK, la cara "dice"cansado
Tan lejos estaba que no se veía. Me tuve que orientar nadando hacia la casita blanca, que había al lado de donde aparqué el coche, y que apenas era un punto blanco en el monte.

Yo iré lento, pero recto y preciso como pocos, ja ja.
Sin apenas levantar la cabeza, me encontré en la última boya, en la que hasta dude si me estaba equivocando al pasarla por fuera, porque era el único.
Hasta que vi a otros dos que hicieron lo mismo que yo. (Uno de ellos estaba indignado)

A partir de ahí, los últimos 1000 m a tope hasta la meta.
Pregunte el tiempo a Manuel del Tripuerto que salió unos segundos antes que yo, porque no llevaba reloj. Había nadado en 1 hora 12 m, superando bastante mi expectativa.

Muy divertido. Un buen rato, y bastante cansado. En el Titán lo tomaré con mas calma, porque los 4 km serán solo el aperitivo.


Sábado 6 septiembre.
Recoirrido Bici Titán X

El pasado sábado realicé el recorrido de bici completo.

Los que conozcan el antiguo, saben ya lo duro que es. Pues ahora esta edición añade otro puerto, el de Montejaque. Un recorrido adicional de hora y pico (si no eres Contador), que hará la bici mas dura que en las 9 ediciones anteriores.

Yo lo tomé con calma saliendo de la presa de Zahara, llegando al Alto de Las Palomas en el tiempo previsto, después bajada a Grazalema y ahí viene la novedad.
Perfil incluyendo el nuevo tramo.
En vez de seguir recto hay un desvío a la izquierda que nos devuelve a la zona del embalse, con un descenso bastante largo, y algo bacheado. Muchas curvas, habrá que andarse con ojo.
Después una larga subida, sin mucha pendiente, pero larga, de unos 10 km, hasta llegar al Alto de Montejaque, viendo Montecorto (Málaga) a nuestra izquierda, y dando la espalda a unas vistas del pantano totalmente nuevas para los titaneros de otras ediciones.

Después de Montejaque, en apenas unos metros hay que girar a la derecha, para adentrarse en una zona de sube/bajas por un bosque de alcornoques. Una zona fresca y agradable, pero que te sigue haciendo trabajar, hasta que por fin la carretera desemboca arriba del Alto de los Alamillos.
Desde allí se retoma el recorrido clásico del Titán: Villaluenga, Benaocaz, El Bosque..... zona mas llevadera, de bajar dos, tres, escalones y subir uno…. Durante bastantes kilómetros.

Esa hora y pico adicional sobre el recorrido clásico me hizo llegar a El Bosque, bastante cansado, así que me aseguré de ir muy tranquilo en El Boyar.
Reconozco que cuando lo terminé me tuve que tomar un par de minutos para tomar aire, antes de ir a por esos kms finales de Las Palomitas, que ya me remataron, y me dejaron apajarado total.
Tal y como llegué a la Presa, no quiero pensar el día de la prueba con una natación de 4 km antes, como puede ser.

Habrá que echarle mucho.... mucho de todo, para poder correr después ¡30 kilómetros! hasta la Meta de Zahara.

Ya quedan solo 3 semanas.



Fotos: L. Soto