viernes, 10 de octubre de 2014

El reto del Titán X quema solo tres etapas: diseñado, soñado y preparado.

Solo ha faltado completarlo. Realizarlo. La organización y los atletas ya pusieron el resto. Solo faltaba la cuarta etapa.

Diez años acudiendo al Titán, y asumiendo las reglas de una de las pruebas mas duras que puede hacerse.
 Mas duro que algunos Ironman dicen. Mas genuino y auténtico que la mayoría de los triatlones de pasarela actuales.  Si, esos Ironmans de ahora, de lucirse, de lucir bici, de presumir de rodar rápido aunque sea a rueda.
Que no digo que no vaya yo a hacer de esos, o hasta los haya hecho ya, pero esto, el Titán , es otra cosa.

Pues ha tenido que ser en esta décima edición tan especial, de mayores distancias, de dureza imprevisible, que precisamente eso, lo imprevisible, no nos ha dejado ponernos a prueba.


En la madrugada  del día de la prueba, la tromba de agua que caía sobre la Sierra de Cádiz durante toda la noche, aun duraba al dirigirnos a los boxes por la mañana. Todo auguraba que la prueba o bien no se disputaría o bien tendría que ser mutilada.

Solo tuvimos sol cuando estábamos en remojo
Y así se hizo, creo que con muy buen criterio. Tras el reconocimiento del circuito por la Guardia Civil, comprobaron que en los Puertos de montaña que tendríamos que descender a bastante velocidad, con la carretera directamente inundado, por agua que bajaba por las laderas del modo mas aleatorio y caprichoso, dejando a su paso  grava, barro, ramas hojas, y hasta piedras.

La dirección de carrera decidió suspender el durísimo sector de Bici, y tras consultarlo en Asamblea, de sombríos y tristes aspirantes a Titán, improvisar un durísimo aquatlon:
4 Km de natación + subida al Puerto de las Palomas - Bajada a la Presa- Y Subida a la Meta en Zahara. Es decir 4 km de natación mas subir y bajar un puerto de 1400 m, para un total de 36 Km a pie.

A mi no me podía ir peor el asunto.

Entrené sobre todo bici este verano, por molestias que no me han abandonado en la carrera a pie, en los últimos meses.
Así que esta vez iba regular de natación, suspenso de carrera, y aprobado justito para la dura bici.

Saboreando tranquilo la unica transición
Había corrido poco en verano, y desde luego siempre en llano. No sabía como me iría  subiendo un puerto de pendientes entre el 5% y el 10% durante 11 km.
Nunca había hecho algo así y lo que no se entrena, no suele salir demasiado bien.


Pero como no nos podíamos ir con toda esa energía y frustración en nuestros cuerpos, casi todos tomamos la salida.


La natación me salió demasiado bien teniendo en cuenta, que apenas he nadado este Verano.
Era a 2 vueltas de 2 km, y tras la primera vuelta empecé a sentir la tripa revuelta. Además durante esa primera vuelta me había desorientado bastante. Creo que lo arreglé en la segunda mitad, en la que si que me dirigí en linea recta a las boyas sin desviarme.
Salí en la zona media de la clasificación , lo mismo que cuando entreno bien, así que fenomenal.


Corriendo el único tramo llano: Los boxes
Luego la carrera a pie... me la tomé con filosofía. Sabía que no estaba ni bien entrenado ni preparado para subir una montaña corriendo. Así que puse una intensidad de larga distancia ayudándome del pulsómetro. Parando a caminar, cada poco, para recuperar y volviendo a correr.
Así mucho antes de lo previsto, y sin apenas desgaste llegué a lo alto del Puerto.

Me di cuenta que estaría en meta mucho antes de lo que yo pensaba, así que hice la bajada del Puerto corriendo con mas intensidad, aunque sin pasarme porque las rodillas dolían mucho. Y que nadie se ofenda, pero no pensaba yo buscarme una lesión haciendo un sucedáneo del reto con el que había soñado.

Así que me esforcé pero sin pasar los límites.
Y a cambio disfruté muchísimo de los paisajes, del camino...

Hacía frío y llovía. Para mi genial : ningún problema con la hidratación ni la comida, aunque la verdad solo tome un par de geles y medio plátano.


Siempre merece la pena
Cuando terminé de bajar y el terreno se hizo mas llano, en los últimos 6 km, me animé a ir mas rápido, y alcancé a mi compañero Mariano, que a su vez me había sobrepasado bajando el Puerto, de modo que los dos acordamos hacer los 2 últimos kms corriendo juntos y casi reeditar la entrada a Meta del Titán 2013. Solo nos faltaba Jose, que esta vez fue mucho mas rápido que nosotros.

Satisfecho por cruzar esa meta de nuevo, pero algo decepcionado, por no poder ponerme a prueba con el reto que todos habíamos soñado.
Contento de haber disfrutado de fin de semana estupendo.

Que rabia da guardar la bici en el trastero , y decirle: Hasta el año que viene, sin haber podido demostrar lo que habíamos entrenado durante meses.
Otro año será. Toca descansar.